Sartenes en reposo.
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Pasta alla Carbonara
La entrada de hoy vuelve a ser culinaria, pasta a la carbonara, como me enseñó a hacerla mi amigo Giorgio, y no, no lleva nata. Bueno, vamos a ello:
Ingredientes para dos personas (o una con mucha hambre, como fue mi caso hace dos fines de semana):
– 200-250 g de pasta (A mi me gusta más con pasta tipo espaguetis o tallarines).
– 125 g de panceta ahumada que cortaremos en finas tiras (o tiras de bacon fácilmente encontrables en el súper).
– 2 huevos (con un par).
– Queso parmesano, mejor si no está rallado ya que pretendemos rallarlo nosotros, si ya está rallado pues mala suerte, no quedará tan bueno, pero tampoco malo.
– Media cebolla, con perdón.
– Una pizca de pimienta negra, si la hubiera.
Elaboración:
En primer lugar se pone a calentar agua abundante en una cacerola.
A continuación se trocea bien la cebolla:
Se pone a freir la panceta:
Pasado un ratín se añade la cebolla y se va removiendo todo bien para que no se queme nada:
En un cuenco se vierte, un huevo entero y la yema del otro, para que os hagáis una idea, la proporción es dos yemas y una clara por cada dos personas.
Se remueve bien y se procede rallando queso sobre la mezcla y removiendo mientras la mezcla admita más queso.
Cuando ya no admita más queso, se le pone un poco de pimienta (mejor negra).
Mientras tanto el agua ya habrá llegado a ebullir, así que vertemos la pasta, y cuando vuelva a hervir el agua le añadimos sal al gusto (normalmente un buen pellizco de sal gorda).
Igualmente la panceta y la cebolla ya estarán listas, se retiran del fuego.
Pues bien, cuando la pasta esté cocida, mejor al dente, se retira del fuego y se escurre SIN ENFRIARLA.
Se vuelve a echar en la cacerola y se pone al fuego, donde se añade la panceta y la cebolla y se vierte la mezcla del huevo y el queso, entonces se procede removiendo bien todo hasta que se haya cocinado bien el huevo.
Una vez esté cocinado el huevo ya está todo listo:
Se sirve rápido y a comer, que está mejor bien caliente:
Bueno, pues que os salga buena y aproveche. Un saludo.
Pasta al huevo con nata, carne y calabacín
Buenas tardes, hoy la cosa va de cocina, así os cuento el rato tan bueno que hemos pasado este mediodía y de paso os enseño una receta que a mí me gusta mucho.
He de decir que esta categoría que hoy inauguro está claramente inspirada (roza el plagio) en la categoría Recetas de mi gurú Banyú.
Empiezo:
Ayer, viernes, por la noche, nos estuvimos tomando unas cervezas Mar, Sara, Isa, Jorge, Álvaro y yo, por aquí por el barrio. Y la cosa es que charlando, charlando, nos emplazamos para almorzar hoy en mi casa, aunque al final no han podido venir ni Isa ni Mar.
Así las cosas, esta mañana hice un poco de compra y llegando las dos de la tarde me puse a cocinar; poco después se me apareció una foto, lo cual me llevó a escribir esta entrada y crear la categoría, pero todo a su debido tiempo.
Ingredientes para 4 ó 5 personas:
– 500 g. de pasta, yo hoy he usado nidos de pasta al huevo, pero quizás le vayan mejor unos tortiglioni (me encantan, pero no se encuentran fácilmente en España, o, al menos, yo no), o unas penne rigate (plumas rayadas, estas sí se encuentran bien, el macarrón hueco típico).
– un carton pequeño de nata de cocina.
– un calabacín mediano
– un puñado (unos 200 g, por ejemplo, ver fotos sucesivas para hacerse una idea) de carne picada
– pimienta y albahaca
– también admite un toque de cebolla, que yo hoy no he usado
Preparación:
Se pone una cacerola con agua abundante a hervir. Nota: aproximadamente los tiempos deberían cuadrar durante toda la ejecución.
Se lava bien el calabacín y según guste o no, se pela éste, para que os hagáis una idea del tamaño del calabacín os diré que el que compré me pareció demasiado grande así que sólo usé algo más de la mitad, ahora bien, es importante que si tenéis que partirlo el resultado de calabacín remanente quedé aproximadamente así:
y he aquí la foto que motivó el post, la verdad es que me gustó mucho el efecto que se formó y decidí fotografiarlo. Sigo.
Se trocea el calabacín:
Se sofríe éste:
Cuando esté un poco hecho el calabacín, se le añade la carne picada y se sofríe el conjunto, removiendo generosamente.
En el momento que se aprecie que casi esté bien cocinado se le añade la nata, se remueve bien y se le echa un poco de pimienta y albahaca al gusto. De vez en cuando se remueve hasta que la nata esté cocinada. Si la pasta no estuviera aún hecha lo retiramos del fuego.
Paralelamente, lo normal es que el agua puesta a calentar ya hubiera empezado a hervir, momento en que echamos la pasta, una vez que el agua vuelva a hervir salamos el agua con sal gorda, y o bien nos fiamos de nuestro criterio para juzgar cuándo la pasta está en su punto o bien, medimos el tiempo desde que la ponemos y contamos lo que nos indique el envoltorio.
Una vez hecha la pasta, la escurrimos bien (sin enfriarla), la devolvemos a la cacerola, lo ponemos a fuego medio y la mezclamos con la salsa y bastante energía.
Y debería quedar así:
Se sirve, y se come, que sabe mejor recién hecha.
Nosotros hemos completado la comida con unos aperitivos, primero un queso provolone fundido y a las finas hierbas, que he preparado poniendo el queso en un recipiente adecuado, como una cacerolita de barro (mejor que la sartén empleada por mí)
Se le echa un poco de orégano u otras finas hierbas,
y se introduce en el horno precalentado a unos 180 grados, cuando se vea bien fundido el queso, se saca y se lleva a la mesa.
El otro aperitivo ha constado de un fino carpaccio, con un chorreoncito de aceite de oliva y lascas finas de queso parmesano:
Pues esto es toda la preparación, los invitados acudieron prestos, primero, Sara borrosa:
Y a continuación Jorge y Álvaro:
Bueno, pues así quedó la mesa (mención también del vino, un lambrusco rosado):
Y en detalle, la pasta:
El provolone:
Y el carpaccio:
Esto es todo, espero que os haya resultado de utilidad y os guste el resultado. Un fuerte abrazo.